La exodoncia, o extracción dental, es uno de los tratamientos más frecuentes en el ámbito de la odontología. Pues, aunque siempre se intenta conservar los dientes naturales durante el mayor tiempo posible, hay situaciones en las que su retirada es la opción más segura y beneficiosa para la salud bucodental.
Extraer un diente es algo que se evita siempre que se puede, nuestros dientes son algo muy preciado y son irrecuperables si los perdemos, porque no solo se va el diente, sino que también se atrofia el hueso que existe a su alrededor. En el Instituto De Implantología IDIM, dedicamos especial atención al mantenimiento de los dientes, y tenemos una larga trayectoria en estudios sobre estos. Hemos hecho muchos trabajos y varios libros sobre la cirugía periapical, que es un procedimiento quirúrgico para eliminar las infecciones alrededor de los ápices de los dientes y conservar el diente. Gran parte de los dientes que, sin esta cirugía deberían extraerse podrán mantenerse en boca, tenemos una tasa de éxito mayor de un 90%.
Los avances en técnicas conservadoras como la endodoncia, la periodoncia o la odontología restauradora, permiten hoy en día salvar muchos dientes que antes se habrían perdido. Aun así, cuando un diente está demasiado dañado o compromete el bienestar general del paciente, la exodoncia se convierte en la mejor solución.
En este artículo te explicamos todo lo que necesitas saber sobre la exodoncia: qué es, cuándo está indicada, qué tipos existen, cómo se realiza paso a paso y cuáles son los cuidados más importantes después del tratamiento.
¡Sigue leyendo y resuelve todas tus dudas!
Índice
¿Qué es una exodoncia?
La exodoncia es un procedimiento quirúrgico que consiste en extraer un diente de su alveolo gingival (el espacio óseo donde se encuentra alojado) dentro de la cavidad oral. Se trata de una intervención que requiere anestesia local y que suele realizarse de forma ambulatoria y con alta seguridad.
Por tanto, como en toda cirugía menor, tras la extracción pueden aparecer molestias, inflamación o dolor, por lo que en algunos casos se recetan analgésicos, antiinflamatorios o incluso antibióticos, dependiendo del grado de infección previo o el estado del diente.
No obstante, más allá de este dolor, la exodoncia es uno de los procedimientos más habituales en odontología, por lo que no hay que esperar gran dificultad en su realización en la mayor parte de las ocasiones. Uno de los motivos más comunes es la extracción de las muelas del juicio en casos en los que no se desarrollan correctamente o no tienen espacio suficiente para salir y, por tanto, conviene retirarlas.
Para que la exodoncia sea un éxito, lo más importante es que, tras la intervención, se forme un buen coágulo en la zona alveolar, para que no haya complicaciones hemorrágicas ni cicatriciales, ya que a partir de este coágulo comenzará la reparación y relleno de la herida resultante de la exodoncia. Por ello, es importante no tocar esta zona durante las primeras horas tras la intervención para evitar complicaciones como la alveolitis seca.
¿Cuándo está indicada la extracción dental?
Aunque en odontología siempre se prioriza el tratamiento conservador, hay situaciones en las que la exodoncia es la única o mejor solución posible para preservar la salud bucodental.
A continuación, detallamos los casos más comunes en los que está indicada una exodoncia:
- Caries avanzadas que han destruido gran parte del diente y no permiten aplicar una reconstrucción viable o alguna otra técnica más conservadora.
- Restos radiculares de dientes sin corona, y que, por tanto, no desempeñan ninguna función.
- Dientes con fracturas o fisuras verticales, aunque, en este caso, se recomienda antes apostar por algún tipo de reconstrucción y, si está indicada, la cirugía periapical.
- Enfermedades periodontales avanzadas en las que se ha perdido el soporte óseo.
- Dientes de leche retenidos que no permiten la erupción del diente definitivo.
- Dientes supernumerarios, o, dicho de otro modo, dientes que hacen que el número de dientes en la boca sea superior al habitual.
- Dientes retenidos, incluidos o impactados, siempre que no haya una solución más conservadora.
- Dientes en malas posiciones siempre que no sea posible la corrección mediante ortodoncia u otra técnica más conservadora.
- Traumatismos, siempre que no sea posible aplicar alguna técnica más conservadora.
- Dientes con afectaciones quísticas relacionadas con el diente.
- Deformidades congénitas que requieren cirugía.
- Problemas tumorales en los que es necesario eliminar estructuras afectadas.
Como ves, existen múltiples situaciones clínicas en las que la exodoncia está indicada como primera opción. Sin embargo, en otros casos puede ser una alternativa secundaria, y será el odontólogo quien valore la posibilidad de aplicar un tratamiento conservador antes de optar por la extracción.
Tipos de exodoncias
Según la complejidad técnica y la condición del diente a extraer, se puede clasificar las exodoncias en dos tipos:
Exodoncias simples
La exodoncia simple, como su nombre indica, es la más sencilla. En este caso, lo único que hay que hacer es aflojar directamente el diente del hueso y la encía. Una vez hecho esto, el diente sale con mucha facilidad.
Por sus características, es el tipo de exodoncia más frecuente. Se aplica cuando el diente está visible en la cavidad oral y puede extraerse sin necesidad de cirugía y apenas se requiere de unos pocos minutos para llevarla a cabo.
Se realiza bajo anestesia local y el paciente no siente el más mínimo dolor en el proceso. Además, podrá salir por su propio pie de la clínica enseguida y sin mayores complicaciones. Lo único que tendrá que hacer es morder una gasa (para proteger el coágulo y evitar hemorragias) y seguir unas mínimas instrucciones higiénico-posturales y analgésicas, ya que no se suelen prescribir antibióticos.
Exodoncias complicadas
También llamadas exodoncias quirúrgicas o complejas. Son menos frecuentes y más difíciles de realizar.
Normalmente, las exodoncias complicadas se realizan cuando el diente está impactado (es decir, cuando no ha salido de la encía) o cuando está muy fracturado, siendo necesario abrir la encía para retirar el diente.
Este es un procedimiento en el que manipulamos tanto la encía (tejidos blandos) como el hueso, por lo que puede aparecer alguna molestia postoperatoria en el paciente. Se lleva a cabo bajo anestesia local y el paciente puede salir por su propio pie de la clínica en poco tiempo, requiriendo seguir las medidas que se le indiquen en cuanto a higiene, postura y medicación analgésica/antibiótica.
¿Cómo se realiza una exodoncia paso a paso?
La exodoncia es una intervención que, aunque puede parecer sencilla, está cuidadosamente planificada para garantizar la seguridad, comodidad y recuperación rápida del paciente.
A continuación, te explicamos cómo se realiza una extracción dental paso a paso:
1. Evaluación previa
Antes de planificar una extracción dental, el odontólogo realiza una exploración clínica para valorar el estado del diente, las encías y los tejidos circundantes. Además, se estudian los síntomas del paciente, como dolor, inflamación o infecciones recurrentes.
En la mayoría de los casos se solicita una radiografía (como una panorámica u ortopantomografía) para analizar la posición del diente, el número de raíces, su forma, y la cercanía a estructuras anatómicas sensibles como el nervio dentario inferior o los senos maxilares. Esta información permite decidir si se realizará una exodoncia simple o quirúrgica.
2. Anestesia local
Una vez planificado el procedimiento, se aplica anestesia local para asegurar que la zona esté completamente insensibilizada. Este paso es clave para que el paciente no sienta dolor durante la extracción, aunque sí pueda percibir algo de presión o movimiento.
En casos más complejos, o si el paciente presenta ansiedad o fobia al tratamiento dental, se puede valorar el uso de sedación consciente endovenosa, que permite mantener al paciente relajado sin perder la consciencia.
3. Luxación y extracción del diente
Con la zona ya anestesiada, el dentista comienza la intervención. En una exodoncia simple, se utiliza instrumental específico, como elevadores y fórceps, para aflojar el diente y extraerlo cuidadosamente del alveolo, sin necesidad de incisiones.
En cambio, si se trata de una exodoncia quirúrgica, puede ser necesario abrir la encía, retirar una pequeña porción de hueso o incluso seccionar el diente en varias partes para facilitar su extracción. No obstante, aunque es una técnica más compleja, sigue siendo ambulatoria y segura.
4. Control del sangrado y formación del coágulo
Tras la extracción, es fundamental que se forme un buen coágulo de sangre en el alveolo. Este coágulo actúa como una barrera natural que protege la zona y permite iniciar el proceso de cicatrización.
Para ayudar a detener el sangrado y facilitar la coagulación, se coloca una gasa estéril que el paciente debe morder con suavidad durante unos 30-45 minutos. Durante este tiempo, es importante no hablar, no escupir y evitar cualquier gesto que pueda desplazar el coágulo.
5. Sutura (si es necesaria)
En algunos casos, especialmente si se ha realizado una exodoncia quirúrgica, se colocan puntos de sutura para cerrar bien la encía y proteger el área intervenida. Esto acelera la cicatrización y reduce el riesgo de infección o de sangrado prolongado.
Las suturas pueden ser reabsorbibles (desaparecen solas en unos días) o no reabsorbibles (se retiran en consulta pasados unos 7 a 10 días). El dentista te indicará qué tipo se ha utilizado y cuándo acudir a revisión.
Cuidados después de una exodoncia
Tras una exodoncia, es fundamental seguir correctamente las indicaciones del odontólogo para evitar complicaciones como infecciones, sangrados prolongados o una mala cicatrización. Aunque cada caso puede requerir cuidados específicos, hay una serie de recomendaciones generales que se deben tener en cuenta después de cualquier extracción dental.
A continuación, te detallamos los principales cuidados postoperatorios que suelen indicarse tras una exodoncia:
- Protege el coágulo de sangre: evita enjuagarte la boca con fuerza, escupir, succionar, fumar o tocar la zona con la lengua o los dedos durante al menos las primeras 24 horas. Si el coágulo se desprende, puede producirse una alveolitis, una complicación dolorosa que retrasa la curación.
- Aplica frío en la zona: para minimizar la inflamación y prevenir hematomas, se recomienda aplicar frío en la mejilla del lado tratado. Puedes usar una bolsa de hielo envuelta en un paño durante intervalos de 15 minutos, especialmente en las primeras 6–12 horas tras la intervención.
- Evita esfuerzos y descansa: es importante hacer reposo relativo durante las primeras 24–48 horas. Evita esfuerzos físicos, agacharte bruscamente o levantar peso. Además, dormir con la cabeza ligeramente elevada puede ayudar a reducir el riesgo de sangrado y controlar la inflamación.
- Cuida tu alimentación: durante las primeras 24 horas, opta por alimentos fríos o templados, blandos y fáciles de masticar, como yogures, cremas o purés. Evita los alimentos duros, calientes o picantes, y mastica siempre por el lado opuesto a la extracción.
- Sigue la medicación prescrita: el odontólogo puede indicarte analgésicos, antiinflamatorios o antibióticos según tu caso. Es fundamental seguir la pauta tal como te la indiquen, sin saltarte tomas ni suspender el tratamiento por tu cuenta, incluso si ya no hay molestias.
- Mantén una higiene suave pero constante: el día de la intervención no debes cepillar la zona intervenida, pero sí el resto de la boca. A partir del segundo día puedes empezar con enjuagues suaves (como agua con sal o colutorios) y cepillado cuidadoso, evitando tocar directamente la herida.
- Sigue las revisiones y atiende signos de alarma: si te han puesto puntos, probablemente debas acudir a revisión para retirarlos o evaluar la cicatrización. Además, si ante síntomas como dolor fuerte, sangrado persistente o fiebre, consulta de inmediato con tu dentista.
Otras preguntas frecuentes sobre las exodoncias
Sabemos que una extracción dental puede generar muchas dudas, especialmente si es la primera vez que te enfrentas a este tipo de tratamiento.
A continuación resolvemos algunas de las preguntas más comunes que nos hacen nuestros pacientes sobre las exodoncias:
¿Es dolorosa una exodoncia?
No. La exodoncia se realiza bajo anestesia local, por lo que durante la intervención no sentirás dolor. Puede que notes presión o sonidos, pero nunca un dolor agudo. Tras la extracción, es normal que aparezca una leve molestia o inflamación, pero se controla fácilmente con medicación analgésica y antiinflamatoria pautada por el odontólogo.
¿Cuánto dura el dolor tras una exodoncia?
La mayoría de los pacientes experimenta molestias leves entre 24 y 72 horas después de la extracción. En casos de exodoncias complicadas o de muelas del juicio, las molestias pueden extenderse unos días más. Si el dolor aumenta con el paso del tiempo o aparece de forma intensa después de varios días, es importante consultar al dentista, ya que puede tratarse de una complicación como una alveolitis.
¿Cuánto tiempo dura una exodoncia?
Una exodoncia simple suele durar entre 10 y 20 minutos. Las más complejas, como las quirúrgicas o de muelas del juicio impactadas, pueden requerir entre 30 y 60 minutos. En cualquier caso, es una intervención ambulatoria, por lo que el paciente puede volver a casa tras finalizar el procedimiento.
¿Qué pasa si no me hago una exodoncia cuando está indicada?
Retrasar una exodoncia cuando ya ha sido indicada puede derivar en complicaciones como infecciones, dolor crónico, afectación de piezas dentales vecinas o incluso pérdida de hueso. Además, puede dificultar tratamientos posteriores como ortodoncia, implantes dentales o rehabilitación protésica.
¿Cuándo puedo comer después de una exodoncia?
Se recomienda esperar al menos dos horas antes de comer, y siempre que haya pasado el efecto de la anestesia. Durante las primeras 24 horas, es aconsejable seguir una dieta blanda, fría o templada, evitando alimentos duros, calientes o picantes. También es fundamental no masticar por el lado intervenido y mantener una buena hidratación sin usar pajitas.

Fuentes científicas consultadas:
https://www.unebook.es/es/ebook/acto-quirurgico-y-exodoncias_E1000012514
https://www.unebook.es/es/ebook/dientes-incluidos_E1000012539
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