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¿Sabías que la pérdida de hueso en los maxilares es una de las principales consecuencias de no reemplazar un diente perdido? Con el tiempo, la falta de dientes provoca la reabsorción del hueso alveolar, lo que puede llevar a una atrofia del hueso maxilar.

Este proceso, también conocido como atrofia ósea o maxilar, sucede comúnmente tras la pérdida de uno o varios dientes, ya que el hueso alveolar necesita la presión y relajación generada por la masticación para mantenerse sano. Sin este estímulo, el hueso empieza a reabsorberse, afectando tanto la estética facial como la funcionalidad de la boca.

El hueso del maxilar necesita estímulos para mantenerse fuerte. Si hay presión mal distribuida o sin función, se reabsorbe. Pero si hay fuerzas controladas y funcionales (como al masticar con un diente o implante bien colocado), el hueso se conserva e incluso puede regenerarse. Por eso es tan importante reponer los dientes perdidos de forma adecuada.

El maxilar forma una parte fundamental del rostro, estructura los rasgos faciales y es necesaria para masticar y hablar correctamente. Por eso, la pérdida de hueso en la mandíbula puede afectar a otros muchos aspectos de la salud oral y, en general, a nuestro día a día. 

Desde IDIM, como clínica de implantes dentales en Valencia, te explicamos a lo largo de este artículo qué ocurre cuando el hueso maxilar se atrofia, cuáles son las causas principales y qué tratamientos existen hoy en día para solucionar la atrofia maxilar. 

¿Qué pasa si tengo poco hueso maxilar?

Los dientes y los huesos cambian su estructura a medida que envejecemos. Se trata de un proceso adaptativo que elimina y repone hueso según sea necesario. Sin embargo, cuando el hueso se elimina más rápido de lo que el maxilar se puede reponer, se produce un deterioro que puede hacer que el maxilar superior y la mandíbula resulten más susceptibles a ciertos aspectos, como fracturas y roturas. 

Es importante tener en cuenta que el hueso alveolar se conserva gracias a la presión y el estímulo que se genera al masticar los alimentos con los dientes. Entonces, cuando se extrae un diente, el hueso de alrededor se reabsorbe y, si no sustituimos ese diente, la pérdida de hueso continúa. 

Así pues, el hueso maxilar cumple un papel fundamental en la estabilidad y funcionalidad de la boca, por lo que esta pérdida ósea no solo afecta la estructura facial, sino que también puede conllevar:

  • Dificultad para colocar implantes dentales: Al no haber suficiente hueso, los implantes pueden no tener una base ósea sólida para integrarse correctamente, lo que compromete su éxito a largo plazo. No obstante, en la actualidad existen soluciones implantológicas que permiten colocar implantes en pacientes con poco hueso maxilar sin problemas. 
  • Cambios en la apariencia facial: La pérdida ósea altera la estructura del rostro, provocando un aspecto envejecido debido a la falta de soporte en labios y mejillas.
  • Problemas de mordida y masticación: La ausencia de dientes y la atrofia ósea afectan la capacidad de masticar correctamente, lo que puede derivar en problemas digestivos.
  • Mayor movilidad dental: La falta de soporte óseo puede hacer que los dientes restantes se desplacen o se aflojen con el tiempo.
  • Dificultades en el habla: La estructura ósea de la mandíbula y el maxilar influye en la pronunciación de ciertos sonidos, por lo que su pérdida puede afectar la dicción.

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Causas de la atrofia maxilar 

La atrofia del hueso maxilar puede ser provocada por diversos factores que afectan la salud ósea de la mandíbula y el maxilar superior. 

Como hemos dicho, uno de los principales desencadenantes es la falta de dientes, ya que cuando un diente se pierde y no se reemplaza a tiempo, el hueso alveolar que lo sostenía pierde su función y comienza a reabsorberse, lo que provoca la atrofia ósea. No obstante, además de la falta de reemplazo dental, existen otros factores que pueden contribuir a la pérdida de hueso alrededor de los dientes.

Estas son las causas más comunes de la atrofia maxilar: 

  • Pérdida dental no reemplazada: la falta de reemplazo de un diente perdido es uno de los principales factores que contribuye a la atrofia ósea. Sin el estímulo de la masticación proporcionado por el diente, el hueso comienza a reabsorberse, lo que provoca que se pierda volumen y densidad ósea con el tiempo.
  • Enfermedad periodontal: La periodontitis es una infección de las encías que afecta el hueso que sostiene los dientes. Si no se trata adecuadamente, puede causar la pérdida de hueso alrededor de los dientes (el hueso alveolar), lo que puede llevar a la atrofia maxilar.
  • Falta de higiene bucal adecuada: Una higiene bucal deficiente favorece la acumulación de placa bacteriana, lo que puede resultar en enfermedades de las encías y pérdida ósea. La acumulación de bacterias y sarro en la zona de los dientes puede destruir el tejido óseo y, eventualmente, causar atrofia.
  • Fumar: El tabaco es uno de los factores de riesgo más importantes en la pérdida ósea. Fumar reduce el flujo sanguíneo a las encías y debilita la capacidad del cuerpo para combatir infecciones, lo que acelera la destrucción del hueso y contribuye a la atrofia maxilar.
  • Genética: En algunos casos, la predisposición genética juega un papel importante en la pérdida de hueso. Las personas con antecedentes familiares de pérdida ósea pueden ser más propensas a desarrollar atrofia maxilar.

Tipos de atrofia ósea

La atrofia ósea puede afectar distintas zonas del maxilar, y cada una de ellas presenta características y retos específicos a la hora de abordar el tratamiento. 

Por lo general, la atrofia ósea se clasifica en dos tipos principales, según la parte de la estructura maxilofacial afectada:

Atrofia de la mandíbula 

La atrofia en la mandíbula ocurre cuando se pierde hueso en la zona inferior de la boca, normalmente debido a la falta de uno o varios dientes inferiores durante mucho tiempo. 

La reabsorción ósea en la mandíbula es más rápida en comparación con el maxilar superior, lo que puede dificultar la colocación de implantes dentales. Además, otra característica importante de esta atrofia es la cercanía al nervio dentario inferior, lo que hace que los procedimientos de regeneración ósea o colocación de implantes requieran un cuidado especial para evitar dañar este nervio.

Atrofia del maxilar superior

La atrofia en el maxilar superior se entiende como la pérdida de hueso en la parte superior de la boca tras la pérdida de dientes en la zona. En este caso, uno de los desafíos más comunes es la reducción del volumen óseo en la zona de los senos maxilares. A medida que el hueso se reabsorbe, el espacio del seno maxilar aumenta, lo que complica la colocación de implantes dentales.

En los casos avanzados de atrofia del maxilar superior, es habitual que sea necesario realizar procedimientos de regeneración ósea, como la elevación del seno maxilar, para proporcionar una base suficiente y segura para los implantes dentales, pues si no no tendrían el soporte adecuado y se podría comprometer su éxito a largo plazo.

Síntomas de la atrofia maxilar 

Tras lo explicado sobre las posibles consecuencias que puede conllevar la pérdida de hueso maxilar, es importante que si detectas síntomas o limitaciones como las que detallamos a continuación, acudas a tu odontólogo de confianza para valorar el mejor tratamiento en función de tus necesidades concretas.

Algunas de los síntomas relacionados con la atrofia maxilar son:

  • Desajuste de la estructura facial o de la mordida.
  • Distorsión de los rasgos faciales.
  • Dolor al masticar.
  • Formación de arrugas alrededor de la boca.
  • Desplazamiento de los dientes.
  • Dolores de cabeza, faciales y mandibulares.
  • Apoyo limitado de los labios.

Ante los casos en los que se puede padecer dolor, es relevante acudir a un odontólogo especializado para que realice un diagnóstico detallado y elabore un plan de tratamiento a tu medida. Las opciones de tratamiento varían en función de la gravedad de la enfermedad, pero pueden incluir desde limpiezas profundas (curetajes) a tratamientos con antibióticos, cirugía periapical o implantología.

¿Se puede regenerar el hueso de la mandíbula y del maxilar superior ?

Como hemos apuntado, la pérdida de hueso periodontal puede producirse cuando faltan dientes. Esto se debe a que el diente natural se apoyaba en el hueso del interior de la mandíbula, que es la función principal que tiene. Una vez que el diente ya no está allí, el hueso pierde su propósito y la atrofia se produce.

En algunos casos, puede ser necesaria la cirugía para reparar el daño causado por la pérdida de hueso y esto puede hacerse colocando injertos óseos o implantes en zonas de hueso residual como son los arbotantes maxilares.

Soluciones para la atrofia maxilar

Como hemos explicado anteriormente, la atrofia del hueso maxilar ya no tiene por qué ser un impedimento para la colocación de implantes dentales. En la actualidad, existen diversas técnicas avanzadas para regenerar el hueso o adaptar los implantes dentales a la anatomía del paciente, incluso en casos de pérdida ósea severa. 

A continuación, te detallamos algunas de las soluciones más comunes para tratar la atrofia maxilar:

Injertos óseos

Los injertos óseos son una de las soluciones más tradicionales para tratar la atrofia maxilar. Consisten en añadir hueso a la zona donde falta, ya sea utilizando hueso del propio paciente (autoinjerto), hueso de un donante (aloinjerto) o materiales sintéticos, para que el implante tenga una base sólida en la cual integrarse.

Este procedimiento suele realizarse en casos donde la pérdida de hueso es significativa y una vez realizado el injerto, requiere tiempo de cicatrización antes de proceder a la colocación de los implantes.

Elevación del seno maxilar

La elevación del seno maxilar es una técnica especialmente utilizada en casos de atrofia severa en el maxilar superior, donde el hueso puede reabsorberse hasta invadir el espacio del seno maxilar. 

Este tratamiento consiste en levantar la membrana sinusal para hacer espacio y añadir hueso en la zona, creando así una base sólida para los implantes dentales.

Implantes cigomáticos

Los implantes cigomáticos son una alternativa ideal cuando no es posible realizar un injerto óseo en el maxilar superior. Pues, en lugar de anclarse en el hueso maxilar, estos implantes se fijan en el hueso cigomático del pómulo, que es más denso y proporciona un soporte estable. 

Esta técnica permite colocar implantes sin la necesidad de regenerar el hueso maxilar, incluso en casos de atrofia extrema, reduciendo el tiempo total del tratamiento.

Implantes palatinizados

Los implantes palatinizados se colocan con una técnica avanzada en la cual se aprovecha la zona palatina, es decir, la parte más interna del maxilar superior, donde el hueso es más denso y resistente. 

Este procedimiento se utiliza principalmente cuando hay una pérdida significativa de hueso en la zona frontal del maxilar, permitiendo el anclaje seguro de los implantes sin necesidad de grandes procedimientos de regeneración ósea.

Implantes pterigoideos

Los implantes pterigoideos son una  buena opción en casos de atrofia severa en la parte posterior del maxilar superior. Pues, en lugar de anclarse en el hueso maxilar, estos implantes se fijan en la apófisis pterigoides, una estructura ósea más densa ubicada en la base del cráneo. 

Esta técnica permite colocar implantes sin necesidad de injertos óseos y es especialmente útil en pacientes que han sufrido una gran pérdida de hueso en la zona molar superior.

Implantes subperiósticos

Los implantes subperiósticos son adecuados para pacientes que tienen una atrofia ósea extrema y no son candidatos para otras soluciones, como injertos óseos o implantes convencionales. Puesto que, se colocan sobre el hueso, debajo de la encía, en lugar de insertarse dentro del hueso maxilar.

Los implantes subperiósticos se diseñan a medida para adaptarse a la anatomía del paciente, lo que les permite ofrecer una buena estabilidad sin necesidad de regenerar el hueso.

Implantes angulados

Los implantes angulados son una solución innovadora para pacientes con una cantidad limitada de hueso. En lugar de colocarse en un ángulo perpendicular al hueso, estos implantes se insertan en un ángulo inclinado, aprovechando el hueso disponible en otras áreas de la mandíbula o el maxilar. 

Esta técnica permite evitar zonas críticas, como los senos maxilares o el nervio dentario inferior, y ofrece una solución segura y estable incluso en casos de atrofia ósea moderada.

Implantes “All on four” 

El concepto de implantes «All on four» es una nueva técnica que permite la colocación de una prótesis fija completa sobre cuatro implantes dentales. 

Esta solución es ideal para pacientes que han perdido todos los dientes y presentan una atrofia ósea moderada, ya que permite restaurar la función y la estética de la boca sin la necesidad de realizar injertos óseos. Los implantes se colocan estratégicamente en las áreas donde hay más hueso disponible, lo que garantiza la estabilidad y el éxito del tratamiento.

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Con estos procedimientos, los pacientes pueden recuperar la capacidad de comer, sonreír, hablar con confianza y mejorar su aspecto. Los implantes son sólidos y duraderos, ya que proporcionan un ajuste y una resistencia masticatoria permanentes.

En nuestra clínica dental en Valencia estamos especializados en implantología dental y hemos conseguido resolver los casos más complejos y recuperar miles de sonrisas. Si quieres que te ayudemos, no dudes en contactar con nosotros para realizarte un diagnóstico personalizado con el que podrás volver a sonreír sin complejos y recuperarás tu calidad de vida.

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Fuentes científicas consultadas:

https://idim.es/libro-grandes-atrofias

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Llevamos más de 30 años dedicados a la investigación en el campo de la implantología dental. Y, además, somos pioneros en la aplicación de técnicas y las tecnologías más innovadoras que nos han convertido en referentes del sector.

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    Showing 2 comments
    • Arturo

      doctortengo 20 años tuve 5 años con ortodoncia q no quedo bien,busque otro ortodoncista q me detecto perdida d todo el hueso delantero d la raiz d los dientes y el periodoncista me a dicho q no es posible un injerto d hueso porq tengo las encías muy finas dígame usted q solución me pueden dar

    • Clínica Dental IDIM

      No suelen hacerse injertos en dientes con pérdida de hueso periodontal por ortodoncia. El tratamiento que puede mejorar la situación es el periodontal. Tener su salud periodontal muy controlada, quizá asociando injertos de encía para proteger los dientes todo lo posible. Si llegara a perder los dientes, en ese caso sí puede necesitar injertos de hueso para poder colocar implantes dentales. Un saludo de parte de los Drs. Peñarrocha.

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